EL
MUNDO
1 mayo
2019
Rejuvenecimiento
genital femenino: ¿moda o necesidad?
Ana Sierra
El concepto de 'rejuvenecimiento
vaginal' es una marca registrada por el doctor David Matlock en Estados Unidos
durante la década de los 90 del siglo XX. Sin embargo, en los últimos años se
habla bastante sobre estas técnicas que, aunque ya se realizaban con
anterioridad por ginecólogos, han mejorado en tecnología y accesibilidad al
incorporarse al campo de la cirugía estética.
En la mayoría de los casos, conocemos las historias
asociadas a la estética y el culto a la juventud. Y otras, quizá las más
llamativas y frívolas, relacionadas con la reconstrucción del himen, por
ejemplo. En este caso, aunque es cierto que se solicitan, están más ligadas a
cuestiones culturales y religiosas que a la funcionalidad genital y el
bienestar de las mujeres que lo solicitan.
Necesario y
accesible
En la actualidad, la industria del (mal llamado)
rejuvenecimiento vaginal está muy volcada en un proyecto vinculado a la
funcionalidad genital. Estos procedimientos cada vez están en más auge y,
aunque puedan parecer una moda, van mucho más allá.
"No estamos hablando solo de estética. Es importante
romper con el tabú de que la estética genital es frívola o innecesaria",
afirma Sagrario Jiménez Morueco, médico especialista en Medicina Estética y
experta en Sexología. Incluso en los casos de índole exclusivamente estética
han de darles la relevancia que merece, ya que "disminuyen la autoestima
de las mujeres hasta el punto de que rehuyen las relaciones
sexuales por la vergüenza a mostrar sus genitales", matiza la experta.
Este podría ser el caso de la Hipertrofia de labios menores, que suele
detectarse en la pubertad y adolescencia, y además de por cuestiones estéticas,
puede molestar en su vida daría, al utilizar ropa ajustada o haciendo deporte.
Afortunadamente, gracias al hecho de que cada vez se viva
con mayor naturalidad la sexualidad, se está consiguiendo que cada vez más
mujeres se acerquen a las consultas a pedir ayuda y ya no se conformen como
antes, "al ser conscientes de que con estos tratamientos pueden mejorar su
calidad de vida", afirma la doctora.
Además, no solo las más privilegiadas pueden acceder a estos
servicios, que creemos especialmente caros. "Las técnicas actuales de
medicina estética genital son accesibles a la población normal, porque su
precio no es tan elevado como la cirugía, por lo que cada vez son más
demandadas. Hay muchas patologías que pueden mejorar con técnicas
sencillas", afirma.
Causas
Con el paso de los años, por la disminución de las hormonas,
se va produciendo una atrofia en la vulva y en la vagina. Al adelgazamiento del
epitelio vulvovaginal, hay que añadir una disminución
de la vascularización, una disminución del pH, así
como diferentes cambios en la flora vaginal y en el sistema urinario. "La
salud sexual es muy importante para las mujeres. Durante la menopausia,
necesitan ayuda para seguir disfrutando del sexo. Buscan mejorar la
funcionalidad de sus genitales y, aunque sea algo secundario, valoran mucho la
mejoría estética", comenta la doctora.
Los partos y las intervenciones obstétricas realizadas para
el alumbramiento también pueden tener un efecto devastador, generando laxitud
vaginal, incontinencia urinaria o prolapsos, entre otras patologías.
Otras cuestiones que intervienen en este envejecimiento
serían:
·
Malos hábitos nutricionales
·
Hábitos tóxicos
·
Hábitos cosméticos
·
Enfermedades sistémicas o generales que afectan a la zona
·
Tratamientos sistémicos para esas enfermedades
·
Enfermedades locales: liquen plano
·
Cambios bruscos en el peso corporal
·
Cambios hormonales
·
Tratamientos muy agresivos: quimioterapia, antibióticos, etc.
Cómo detectarlo
La doctora Jiménez afirma que suelen acudir a su consulta
cuando su capacidad sexual está mermada. También porque sus genitales no les
gustan o les duelen, lo que les impide tener una actividad normal, y distingue
entre dos aspectos originados por el envejecimiento vulvovaginal.
·
Signos: Son los que percibe la paciente, como sequedad vaginal,
disminución de la lubricación o dolor durante las relaciones sexuales; sangrado
postcoital; disminución del deseo y de la excitación y dificultad de alcanzar
el orgasmo; irritación, ardor o escozor vulvovaginal;
dolor al orinar; aumento de la frecuencia y de la urgencia urinaria.
·
Síntomas: Son los que el médico detecta durante la exploración.
Los más comunes: disminución de la secreción vaginal y de la elasticidad;
reabsorción de los labios menores; palidez o enrojecimiento de la mucosa;
pequeños puntos hemorrágicos; pérdida de rugosidad del epitelio vaginal;
eversión de la mucosa uretral o prolapso de la uretra; prominencia del meato
uretral; retracción del introito o zona de entrada a la vagina; o infecciones
recurrentes del tracto urinario.
Tratamientos
Son técnicas simples, que sólo requieren anestesia local
(como mucho y no siempre) ambulatorias y con un postoperatorio domiciliario
mínimo. Su demanda está en continuo ascenso por parte de las pacientes, la
mayoría entre 30 y 60 años. Suelen acudir al médico buscando soluciones
principalmente para problemas funcionales, pero a veces también estéticos,
aunque suelen ser mixtos, afirma la experta.
A la hora de seleccionar los tratamientos, la doctora
Jiménez se focaliza en tres aspectos básicos: salud ginecológica y/o urinaria;
satisfacción sexual y estética genital.
Para conseguir estos objetivos, los tratamientos más
utilizados son:
·
Láser: Se produce una lesión controlada para que más tarde se
produzca una regeneración del tejido, mejoría del suelo pélvico, etc.
·
Acido Hialurónico: Hidrata, rellena, mejorando las atrofias, y
regenera.
·
Inyecciones de Toxina Botulínica o de Plasma Rico en Plaquetas
(PRP): Sirven para estimular el colágeno, la elastina y mejorar la hidratación..
·
Radiofrecuencia: Estimula el colágeno y la elastina.
·
Terapia Fotodinámica: Mejora del flujo
vaginal por activación de la microcirculación. Algunos dispositivos muy
novedosos incluyen Leds y vibración para inducir
también la tonificación del suelo pélvico y la novedad es que son de uso
domiciliario, como el novedoso VSculpt PRO de Skymedic. Combina una triple tecnología de fotobiomodulación con luz LED, carga térmica y vibración
sónica que además de mejorar la atrofia vulvovaginal,
estimula la musculatura del suelo pélvico mejorando la laxitud vaginal y la
incontinencia urinaria leve. Se puede conseguir, bajo prescripción médica, en Slow Life House.
·
Carboxiterapia: Utilizada para la activación de microcirculación, atrofia vulvo-vaginal, cicatrices de cesárea y de episiorrafia (la sutura de la episiotomía), y para
eliminación del exceso de grasa en el Monte de Venus.
En opinión de la doctora Jiménez, "no solo hay que
buscar ayuda en el tratamiento con láseres. Hay otras muchas técnicas que
pueden mejorar tanto la funcionalidad genital como la estética. Incluso, a
veces, es esencial contar con el asesoramiento de un experto en sexología para
tratar determinados problemas, que solo tendrán solución mediante terapia
sexual."